El déficit de la formación del recurso humano, es una de las principales barreras identificadas en el estudio para el desarrollo de un sector competitivo en los países en desarrollo. A este respecto, en muchas naciones existe un déficit importante de ingenieros de software y especialistas de áreas afines a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), así como insuficiencias en materia de capacidades de emprendimiento e innovación, competencias de gerencia y gestión comercial. El problema principal en estos países, lo que aplica también para Colombia, es que la demanda potencial de la industria supera la oferta local de mano de obra calificada, a un ritmo que puede estancar su crecimiento, especialmente hacia los mercados externos.
Dadas las proyecciones, después de 2016 el problema de la escasez de talento en Tecnologías de la Información (TI), crece exponencialmente y no puede resolverse fácilmente. Por lo tanto el Gobierno de Colombia ha tomado medidas para superar la disponibilidad de talento y ver la efectividad de las mismas, para el 2018 el déficit de profesionales de TI se estima en más de 35.000, mientras que la proyección de crecimiento de empresas de la industria de TI es de 3.200, por lo tanto la demanda de formación en tecnologías nuevas y emergentes es cada vez más requerida.
El programa Tecnólogo en Gestión de Redes de Datos se creó para brindar al sector productivo nacional la posibilidad de incorporar personal con altas calidades laborales y profesionales que contribuyan al desarrollo económico, social y tecnológico de su entorno y del país, así mismo ofrecer a los aprendices formación en configuración y gestión de servicios de red en servidores locales y en la nube, equipos activos de interconexión, infraestructura de voz sobre IP y redes inalámbricas, e implementación y monitoreo de políticas de seguridad de la información, todas tecnologías necesarias para la creación y soporte de infraestructura de TI (Tecnología informática) que esté al servicio de los objetivos de negocio del Sector Productivo,incrementando su nivel de competitividad y productividad requerido en el entorno globalizado actual.
Hipervisor de tipo 1: Bare metal.
El hipervisor de tipo 1, también conocido como hipervisor nativo o de servidor dedicado (bare metal), se ejecuta directamente en el hardware del host y gestiona los sistemas operativos guest. Ocupa el lugar de un sistema operativo host y programa los recursos de las máquinas virtuales directamente en el hardware.
Este tipo de hipervisor solemos encontrarlo en un centro de datos empresarial o en otros entornos basados en servidores.
KVM, Microsoft Hyper-V y VMware vSphere son ejemplos de hipervisores de tipo 1. La KVM se fusionó con el kernel de Linux en 2007; por eso, si utiliza una versión moderna del SO, ya tendrá acceso a ella.
El hipervisor de tipo 2 también se conoce como hipervisor alojado, y se ejecuta en un sistema operativo convencional como una capa de software o una aplicación.
Funciona extrayendo los sistemas operativos guest del sistema operativo host. Los recursos de la máquina virtual se programan en un sistema operativo host, que después se ejecuta en el sistema de hardware.
El hipervisor de tipo 2 es mejor para los usuarios individuales que buscan ejecutar varios sistemas operativos en una computadora personal.
VMware Workstation y Oracle VirtualBox son ejemplos de hipervisores de tipo 2.
El RFC 1918 define un conjunto de direcciones IP que se consideran privadas y que se pueden usar en redes locales sin necesidad de ser únicas en Internet. Estas direcciones IP son:
- 10.0.0.0 a 10.255.255.255 (10.0.0.0/8)
- 172.16.0.0 a 172.31.255.255 (172.16.0.0/12)
- 192.168.0.0 a 192.168.255.255 (192.168.0.0/16)
Estas direcciones se reservan para uso interno en redes privadas, como en hogares, oficinas o entornos corporativos.
Cuando configures una red local, puedes utilizar estas direcciones IP para asignar a tus dispositivos (como computadoras, impresoras, etc.) sin tener que preocuparte por conflictos con direcciones IP públicas en Internet.
Además, el uso de direcciones IP privadas proporciona una capa adicional de seguridad, ya que los dispositivos con direcciones IP privadas no son directamente accesibles desde Internet. Para que los dispositivos con direcciones IP privadas puedan comunicarse con Internet, se utiliza un enrutador que realiza la traducción de direcciones de red (NAT), permitiendo que múltiples dispositivos compartan una única dirección IP pública.